La terapia de luz roja (660 nm) acelera la cicatrización de hematomas al estimular el ATP, la circulación y el drenaje linfático, lo que reduce el tiempo de recuperación a la mitad. Clínicamente probado, úselo 10 minutos dos veces al día después de 24 horas (después de aplicar hielo). Elija paneles de irradiación de 50 mW/cm² o más; combínelos con árnica/vitamina K para obtener mejores resultados.