La respuesta corta es no. Generalmente, es inseguro e ineficaz reemplazar un dispositivo médico por una lámpara para plantas. Si bien ambos utilizan LED, las lámparas de cultivo suelen emitir rayos UV dañinos para la piel y una luz azul intensa, diseñada para la fotosíntesis, no para la reparación celular. Además, utilizan controladores de alto parpadeo que pueden causar estrés neurológico y carecen del control de irradiancia específico necesario para una terapia cutánea segura y de contacto cercano.