La terapia de luz roja e infrarroja cercana favorece la pérdida de cabello de patrón masculino mediante el metabolismo energético folicular y la microcirculación; las longitudes de onda duales son más eficaces. Es una herramienta de apoyo a largo plazo, no una cura, con menor necesidad de cumplimiento que el minoxidil. La evidencia clínica muestra mejoras en la densidad; los parámetros del dispositivo y la consistencia son clave.