La terapia de luz roja infrarroja cercana (810-1064 nanómetros) elimina el estado caótico del cerebro al aumentar el contenido de ATP de las neuronas, mejorar la circulación cerebral y promover el drenaje del líquido cefalorraquídeo. Esta terapia es no invasiva, tiene efectos neuroprotectores y está respaldada por investigaciones clínicas. Su eficacia es superior a la de los estimulantes y puede lograr una cognición clara y sostenida.