Invertir en un dispositivo de bienestar personal de alta gama requiere comprender la tecnología esencial. La clave de un panel de fototerapia LED de alta gama reside en su capacidad para gestionar el calor. Un dispositivo premium, que se caracteriza por una emisión de luz constante, fiabilidad a largo plazo y una experiencia de usuario superior, utiliza una combinación de chasis de aluminio y refrigeración activa (ventiladores). Este sistema disipa el calor de forma eficiente, garantizando un rendimiento óptimo de los LED y una vida útil de decenas de miles de horas. Por el contrario, los paneles más económicos con carcasas de acero o plástico y refrigeración pasiva sufren importantes pérdidas de rendimiento y una vida útil más corta. Este enfoque en la ingeniería de calidad garantiza un dispositivo que proporciona una luz terapéutica constante y fiable durante años.